En la actualidad, el diagnóstico de la enfermedad de Parkinson sigue siendo clínico y solo puede confirmarse mediante un estudio histopatológico post mortem. Esto significa que el diagnóstico se establece cuando los síntomas motores ya son evidentes, aunque se sabe que existe una etapa prodrómica, en la que los síntomas aún no se manifiestan claramente o pueden pasar desapercibidos. En este contexto, el estudio de biomarcadores en la enfermedad de Parkinson cobra especial relevancia.
Por esta razón, la investigación científica está centrando sus esfuerzos en encontrar formas de diagnosticar la enfermedad de forma más precoz y precisa. En este contexto, los biomarcadores se están consolidando como herramientas clave para mejorar el diagnóstico, el seguimiento y el desarrollo de nuevos tratamientos.
¿Qué es un biomarcador?
Un biomarcador es una característica biológica que puede medirse de forma objetiva y que indica un proceso normal o patológico en el organismo. Los biomarcadores en la enfermedad de Parkinson podrían ayudar a:
1. Detectar la enfermedad antes de que aparezcan los primeros síntomas motores.
2. Confirmar el diagnóstico clínico.
3. Evaluar la progresión de la enfermedad.
4. Valorar la eficacia de nuevos tratamientos.
Tipos de biomarcadores en la enfermedad de Parkinson que se están investigando
Actualmente se están explorando varios tipos de biomarcadores en la enfermedad de Parkinson:
· Biomarcadores de imagen: técnicas como la tomografía por emisión de positrones (PET) o la tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT) permiten detectar cambios en la sustancia negra y alteraciones cerebrales asociadas a la enfermedad.
· Biomarcadores genéticos: identifican mutaciones que pueden estar relacionadas con formas hereditarias de Parkinson.
· Biomarcadores bioquímicos: son sustancias detectables en fluidos corporales (como sangre, líquido cefalorraquídeo o saliva) que reflejan procesos fisiopatológicos. Entre ellas destaca la alfa-sinucleína, una proteína clave en la enfermedad.
· Biomarcadores digitales: se basan en tecnologías como sensores de movimiento o aplicaciones móviles que recogen datos de la vida diaria de la persona.
¿Qué avances se han logrado hasta ahora?
Aunque todavía no existe un biomarcador aprobado para el diagnóstico definitivo del Parkinson, en los últimos años se han producido avances prometedores:
· Se ha logrado detectar formas anormales de alfa-sinucleína en el líquido cefalorraquídeo y en muestras de piel o glándulas.
· Se están desarrollando pruebas que combinan datos clínicos, genéticos y de imagen, lo que podría aumentar la precisión diagnóstica.
¿Por qué los biomarcadores en la enfermedad de Parkinson son tan importantes?
Contar con un buen biomarcador supondría un cambio importante en el abordaje de la enfermedad:
· Permitiría diagnosticar antes.
· Ayudaría a personalizar los tratamientos.
· Facilitaría el desarrollo de medicamentos más eficaces.
Desde Parkinson Valencia, creemos que es fundamental estar al día de los avances científicos, porque nos permiten mirar al futuro con esperanza y continuar mejorando la atención a las personas con Parkinson.
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