Hoy queremos poner el foco de reconocimiento a todas y cada una de las personas cuidadoras que, a pesar de las adversidades actuales en las que nos encontramos, persisten en su encomiable labor diaria. Son pieza fundamental en la respuesta de las situaciones de necesidad, brindando protección y siempre priorizando a los demás por encima de su propia persona.  Son Personas valientes donde su sentimiento de responsabilidad hacia las necesidades de otros, les están haciendo ser “punta de lanza” en respuesta a esta situación de emergencia, mereciendo nuestro más profundo reconocimiento. 

Hoy queremos rendiros nuestro más sentido homenaje a todos y cada uno, sabemos que os habéis convertido en bandera de esperanza para los que os rodean, ofreciendo consuelo y comprensión, inventándoos un ánimo que muchas veces os flaquean, con el fin de poder ayuda a procesar el shock y el dolor de lo vivido estos días en vuestros familiares más vulnerables. 

Por todo esto, por vuestra resiliencia y solidaridad con la que nos habéis acostumbrado a todos nosotros, nos impone la obligación moral de reconocer que detrás de cada uno de las personas cuidadoras, hay una persona, con necesidades de consuelo y comprensión. Sirvan estas palabras para ayudarnos a darnos cuenta e invitarnos a la acción, ahora más que nunca, para hacerles sentir que no están solos en su día a día.